ya lo llevan a enterrar,
Dijeron que su muerte vino
de un fuerte ataque del hígado
que no pudo soportar.
Pues bien, ya muerto Chalío descansa,
Más bien disfruta las delicias de la paz.
¿Y el hígado, se preguntarán ustedes...
donde está?
Se quedó solito el pobre,
ya no tiene a quien CHINGAR.
Hay más en la edición de noviembre de El Chayote... corran por ella, porque se acaba!