Atitalaquia.- Vestigios arqueológicos teotihuacanos, donde se construirá la refinería Bicentenario fueron investigados desde finales de las década de los 70´s, habitantes del lugar sabían de su existencia desde aquel entonces.
El Chingú, llamado así por su cercanía con las ruinas de la ex hacienda con el mismo nombre; fue un centro provincial del periodo Clásico -del 1 antes de nuestra era al 400 después de cristo- estrechamente ligado al sistema económico y sociopolítico desarrollado por Teotihuacan.
El sitio prehispánico fue investigado por la entonces pasante de arqueología Clara Luz Díaz, quien según la explicación que arqueólogos de la zona dieron, realizó su investigación para realizar sus tesis de titulación.
La investigadora realizó excavaciones en este lugar, como resultado de sus estudios escribió el libro “Chingú; Un Sitio Clásico del Área de Tula, Hgo.”, donde detalla el producto de sus indagaciones; en el que reportó la presencia de representaciones en barro del dios Xipe.
Según la ponencia presentada por investigadores Laura Rodríguez Cano, Patricia Fournier, y Alfonso Torres Rodríguez del INAH y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en la Reunión Anual de la Society for American Archaeology, celebrada en Denver, EU; refieren que Chingú puede ser considerado como capital regional en aquella época.
Afirman que durante la fase Xolalpan Tardío, Chingú siguió siendo el sitio más grande de la región, -con casi dos kilómetros cuadrados de extensión-, y que en una etapa de la vida en esta zona “A pesar de la disminución de su población, Chingú continúo con sus actividades de producción especializada, incluida la distribución de navajas de obsidiana verde”.
Por otra parte el titular del INAH en Hidalgo Miguel Ángel Carvaeo Chávez reveló hace un par de meses en entrevista con la prensa local que el INAH a nivel central estaba llevando las negociaciones con Pemex para la liberación de los predios donde se ubicará la nueva refinería Bicentenario, además de indicar que los vestigios ya estaban identificados -15 en total-entre ellos el del Chingú.
Los propios investigadores de esta zona, ejemplificaron la magnitud de la importancia de este sitio prehispánico comparando al Chingú en México como Machu Pichu a Perú; cabe mencionar que para Clara Díaz su investigación fue difícil, pues hay referencias de que durante sus trabajos en estas tierras los campesinos se negaba a darle los permisos de explorar llegando al grado de correrla del lugar con armas de fuego.
El Chingú, llamado así por su cercanía con las ruinas de la ex hacienda con el mismo nombre; fue un centro provincial del periodo Clásico -del 1 antes de nuestra era al 400 después de cristo- estrechamente ligado al sistema económico y sociopolítico desarrollado por Teotihuacan.
El sitio prehispánico fue investigado por la entonces pasante de arqueología Clara Luz Díaz, quien según la explicación que arqueólogos de la zona dieron, realizó su investigación para realizar sus tesis de titulación.
La investigadora realizó excavaciones en este lugar, como resultado de sus estudios escribió el libro “Chingú; Un Sitio Clásico del Área de Tula, Hgo.”, donde detalla el producto de sus indagaciones; en el que reportó la presencia de representaciones en barro del dios Xipe.
Según la ponencia presentada por investigadores Laura Rodríguez Cano, Patricia Fournier, y Alfonso Torres Rodríguez del INAH y la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) en la Reunión Anual de la Society for American Archaeology, celebrada en Denver, EU; refieren que Chingú puede ser considerado como capital regional en aquella época.
Afirman que durante la fase Xolalpan Tardío, Chingú siguió siendo el sitio más grande de la región, -con casi dos kilómetros cuadrados de extensión-, y que en una etapa de la vida en esta zona “A pesar de la disminución de su población, Chingú continúo con sus actividades de producción especializada, incluida la distribución de navajas de obsidiana verde”.
Por otra parte el titular del INAH en Hidalgo Miguel Ángel Carvaeo Chávez reveló hace un par de meses en entrevista con la prensa local que el INAH a nivel central estaba llevando las negociaciones con Pemex para la liberación de los predios donde se ubicará la nueva refinería Bicentenario, además de indicar que los vestigios ya estaban identificados -15 en total-entre ellos el del Chingú.
Los propios investigadores de esta zona, ejemplificaron la magnitud de la importancia de este sitio prehispánico comparando al Chingú en México como Machu Pichu a Perú; cabe mencionar que para Clara Díaz su investigación fue difícil, pues hay referencias de que durante sus trabajos en estas tierras los campesinos se negaba a darle los permisos de explorar llegando al grado de correrla del lugar con armas de fuego.
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