Tula de Allende.- Se refuerza la seguridad en la capital tolteca luego del enfrentamiento entre policías y delincuentes que dejó como resultado dos muertos.
Desde la noche del miércoles, la presencia policiaca en el centro de la ciudad fue más notoria que antes de la balacera, incluso, los agentes de la policía municipal como medida precautoria usan chalecos antibalas, desde el oficial de crucero, hasta los policías en bicicleta que vigilan el andador turístico.
Sumado a esto, ayer por la mañana elementos del ejército mexicano arribaron a la dirección de Seguridad Pública Municipal para coordinarse en las labores de patrullaje en la capital tolteca, que poco a poco recupera la calma, pese a la tensión que privaba en el ambiente.
Los tulenses salieron a las calles a realizar sus actividades cotidianas, así como las escuelas e instituciones públicas abrieron con normalidad sus puertas y los ensayos de jóvenes de preparatorias y universidades que participaran en los festejos revolucionarios se realizaron con normalidad en el jardín municipal.
Por otro lado, en entrevista, el alcalde Rodolfo Paredes, dijo que los acontecimientos del pasado 17 de noviembre fueron hechos aislados de los que la población no estaba acostumbrada, y que sorprendió a todos, pero garantizó que se redoblaría la vigilancia, principalmente en las escuelas, a petición de los padres de familia y alumnos, medidas que aseguró serán permanentes.
Subrayó que todo ha regresado a la normalidad y pidió a la población no alarmarse y no creer en los rumores que generan psicosis en la población, habló de que los festejos programados para conmemorar el centenario de la revolución se desarrollaran como esta planeado y no será suspendida ninguna actividad, garantizando con ellos la seguridad de los asistentes a los festejos.
Finalmente el edil, reveló que en breve, se adquirían seis nuevas patrullas y se equipara el edificio de la policía municipal con nuevas instalaciones para la capacitación constantes de los elementos policiacos con una inversión superior al millón de pesos.
Desde la noche del miércoles, la presencia policiaca en el centro de la ciudad fue más notoria que antes de la balacera, incluso, los agentes de la policía municipal como medida precautoria usan chalecos antibalas, desde el oficial de crucero, hasta los policías en bicicleta que vigilan el andador turístico.
Sumado a esto, ayer por la mañana elementos del ejército mexicano arribaron a la dirección de Seguridad Pública Municipal para coordinarse en las labores de patrullaje en la capital tolteca, que poco a poco recupera la calma, pese a la tensión que privaba en el ambiente.
Los tulenses salieron a las calles a realizar sus actividades cotidianas, así como las escuelas e instituciones públicas abrieron con normalidad sus puertas y los ensayos de jóvenes de preparatorias y universidades que participaran en los festejos revolucionarios se realizaron con normalidad en el jardín municipal.
Por otro lado, en entrevista, el alcalde Rodolfo Paredes, dijo que los acontecimientos del pasado 17 de noviembre fueron hechos aislados de los que la población no estaba acostumbrada, y que sorprendió a todos, pero garantizó que se redoblaría la vigilancia, principalmente en las escuelas, a petición de los padres de familia y alumnos, medidas que aseguró serán permanentes.
Subrayó que todo ha regresado a la normalidad y pidió a la población no alarmarse y no creer en los rumores que generan psicosis en la población, habló de que los festejos programados para conmemorar el centenario de la revolución se desarrollaran como esta planeado y no será suspendida ninguna actividad, garantizando con ellos la seguridad de los asistentes a los festejos.
Finalmente el edil, reveló que en breve, se adquirían seis nuevas patrullas y se equipara el edificio de la policía municipal con nuevas instalaciones para la capacitación constantes de los elementos policiacos con una inversión superior al millón de pesos.
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