miércoles, 26 de agosto de 2009

Estancada investigación sobre presunto fraude de polleros.


Tula de Allende. A más de un año de que un grupo de 30 vecinos de la colonia 16 de enero fueran victimas de una presunta banda de defraudadores que por medio engaños les pidieron miles de pesos supuestamente para conseguirles oportunidades de empleo en la unión americana, tras el fraude los vecinos de esta popular colonia demandaron al matrimonio de Juan Pablo Jiménez y su esposa Aidé Altamirano y hasta la fecha la acción de la justicia no ha llegado, por lo que desesperados sienten que ya todo esta perdido mientras los defraudadores se pasean libremente por la ciudad.
Con sumas que iban desde los 5 mil hasta los 23 mil pesos, por lo menos 30 personas fueron enganchadas por el matrimonio Juan Pablo Jiménez y Aidé Altamirano quienes habían prometido a los jóvenes, en su mayoría padres de familia que no habían encontrado oportunidades de trabajo en la región irse a laborar de forma legal en una constructora en Houston, Texas, en los Estados Unidos; sin embargo el tiempo pasaba y los timadores solo daban falsas esperanzas argumentado que ese mismo fin de semana los llamarían para de inmediato irse al aeropuerto y llegar directo a su empleo en el estado sureño de Norteamérica.
Uno de los defraudados de nombre Mario Santos Gómez, recordó que desde el mes de abril del año pasado habían comenzado las reuniones con Juan Pablo Jiménez y su esposa en el domicilio del padre del primero en la misma colonia de la zona centro de la ciudad; reuniones que se prolongaron por semanas los días sábados, "nos habían dicho que trabajaríamos en varias obras, algunos nos colocarían en Houston, otros supuestamente en Miami Florida, en Los Ángeles California, todo el tiempo nos trajeron dando vueltas, semana tras semana, y no nos llevaban, nos decían que el siguiente lunes era un hecho que nos iríamos, incluso nos decían que ya tuviéramos las maletas listas” Dijo.
Posteriormente se supo que otra persona que dirigía esta presunta red de polleros operaba desde el templo de adoración de la Santa Muerte en San Francisco Tepatepec, lugar a donde los fieles creyentes acudían desesperados en busca del favor del ídolo y donde eran presa fácil de los embaucadores; sin embargo esta historia parece haberse olvidado para las autoridades ya que Mario Santos declaró que aunque sus compañeros como él han acudido a la agencia del ministerio público con sede en Tula las autoridades no les dicen nada; los hechos están asentados en la averiguación previa número 1174 del año pasado y a decir de los afectados hay otras averiguaciones presentadas por los mismo hechos.

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